viernes, 3 de junio de 2011

INTRODUCCIÓN. Capítulo II Los Fenómenos (Cont. del Cap.I Las Causas)

                                                                                      El hecho 
CAPITULO II: Los fenómenos….      
                                                                                      Su explicación



Conclusión.
Nociones previas [1]

GARRIGOU-LAGRANGE, De Revelatione Vol. I  I1 sect.Ic-6 (ed. 1918).


I.                             Noción de <naturaleza y de natural>.-a)NATURALEZA

La palabra naturaleza puede tomarse en diversos sentidos.  He aquí los principales:

1) En cuanto significa o expresa la esencia de una cosa concreta (v.gr., la naturaleza del oro, de un animal, del hombre): sentido individual.
2) En cuanto significa el conjunto de todas las cosas del universo, mutuamente dependientes entre si según leyes determinadas: sentido colectivo.
3) En cuanto significa la esencia de una cosa como principio radical de las operaciones y pasiones que le convienen per se: sentido dinámico. En este sentido habla Santo Tomás cuando dice: “Nomen naturae… videtur significare essentian rei secundum quod habet ordinem ad propriam operationem rei>[2] 
En el primer y tercer sentidos la palabra natura puede aplicarse analógicamente a la naturaleza divina y a las naturalezas creadas.

b)                            Lo natural.-Según los principios anteriores, lo <natural> para cualquier ser será todo aquello que le conviene según su naturaleza: <id quod convenit ei secundum suma substantiam>, dice todavía Santo Tomás[3] 
         Y puede convenirle de alguna de estas seis maneras:
1)                     Constitutive: y aquí entran todos los elementos que constituyen su esencia (v.gr., el  cuerpo y el alma racional en el hombre).
2)                     Emanative: o sea, las fuerzas y energías que emanan naturalmente  de la esencia (v.gr., el entendimiento y la voluntad en el hombre).
3)                     Operative: todo lo que la naturaleza puede producir por sus propias fuerzas u operaciones (v. gr., los actos de entender y de amar en los seres racionales).
4)                     Passive: todos los fenómenos que otros agentes naturales le pueden naturalmente causar (v.gr., frío, calor…).
5)                     Exigitive: todo lo que esa naturaleza exige para su propia perfección natural (v. gr., el concurso divino necesario para que pueda obrar cualquier causa segunda en su propia esfera).
6)                     Meritorie: o sea, el derecho al premio natural proporcionado. Se refiere únicamente a las acciones morales y libres en el orden puramente natural o ético.

1.     Lo sobrenatural.-a) Noción.-De los principios que acabamos de sentar se deduce que <sobrenatural> será aquello que de alguna manera exceda, rebase o trascienda lo puramente natural en cualquiera de sus acepciones. Según esto:
a)                  Para la naturaleza individual será <sobrenatural> todo aquello que está fuera y por encima de su esencia natural.
b)                  Para la naturaleza colectivamente considerada, todo aquello que rebasa y trasciende las leyes de la misma naturaleza.
c)                   Para la naturaleza desde el punto de vista dinámico, todo lo que está fuera y por encima de sus exigencias y operaciones naturales.

Lo sobrenatural no puede ser exigido por la naturaleza, pero puede perfeccionarla, si se le concede gratuitamente por Dios. Es porque lo sobrenatural no es “disconveniente” (sería entonces contranatural), sino muy conveniente a la naturaleza; no ciertamente según sus fuerzas, exigencias, etc., sino según su potencia obediencial o elevable, como dicen los filósofos. 
Dice Santo Tomás hablando de la fe sobrenatural: <Fides praesupponit cognitionem naturales, sicut gratia naturam et ut perfectio perfectibile>[4]


De manera que sobrenatural no significa <contranatural>, sino que trasciende, esto es, que está sobre lo natural.
Lo contranatural es aquello que va contra la inclinación de alguna naturaleza. Es lo mismo que violento[5]. Lo sobrenatural, en cambio, no va de ningún modo contra la inclinación de la naturaleza, sino que únicamente la supera. No es de ningún modo violento para ella, porque—como  explica Santo Tomás[6]-Dios no hace violencia a las criaturas cuando obra en ellas según su principal inclinación, que es la de obedecer a su Creador, al cual están más connaturalmente sometidas que el cuerpo al alma o el brazo a la voluntad.
Ni debe confundirse tampoco lo sobrenatural con lo libre, o lo artificioso, o lo fortuito, aunque estas tres cosas se distingan de algún modo de lo natural, en cuanto que la naturaleza está siempre determinada ad unum. Las acciones libres, en cambio -lo mismo que la obra artificiosa-, no están determinadas por la naturaleza, sino que necesitan una nueva determinación, que se hace por la deliberación. Y lo casual y fortuito tampoco está determinado por la naturaleza, ni es causado por la deliberación, sino que se produce en la naturaleza per accidens, como dicen los filósofos[7]. Pero es claro que ninguna de estas tres cosas rebasan la esfera de lo puramente natural; y en este sentido distan infinitamente de lo sobrenatural, que rebasa y trasciende todo el orden de la naturaleza con todas sus exigencias y combinaciones posibles.


b) DIVISIÓN DE LO SOBRENATURAL. — Vamos a recordar únicamente las dos principales divisiones que nos interesan aquí.
1ª. Sobrenatural absoluto y relativo. Ante todo es menester distinguir cuidadosamente lo sobrenatural absoluto, o simpliciter, de lo sobrenatural relativo, o secundum quid.
Se entiende por sobrenatural absoluto, o simpliciter todo aquello que excede la proporción de toda naturaleza creada o creable, o sea, lo que supera las fuerzas y exigencias de cualquier criatura. Este sobrenatural absoluto se subdivide, como veremos en seguida, en sobrenatural quoad  substantiam (que es el de los misterios estrictamente dichos y el de la gracia y la gloria) y sobrenatural quoad modum (que es el propio y característico de los milagros).
Sobrenatural relativo, o secumdum quid, es aquel que excede únicamente la proporción de alguna naturaleza creada, pero no la de toda naturaleza creada. Y así, por ejemplo, lo que es natural y específico en el hombre (entender, amar), sería sobrenatural para un perro, que carece de las facultades necesarias para hacer esos actos; lo que es puramente natural en el ángel o en el demonio, podría ser sobrenatural para el hombre por exceder sus fuerzas humanas; v.gr., los prodigios diabólicos, que tienen apariencia de milagro[8]. A este sobrenatural relativo se le suele llamar también, y más propiamente, “preternatural” como veremos en su lugar.

2ª. Sobrenatural <quoad substantiam> y <quoad modum>.—Según la doctrina de la Iglesia[9] hay, al menos, una doble sobrenaturalidad, a saber:
a)                             la del milagro estrictamente dicho, que excede las fuerzas eficientes y las exigencias de cualquier naturaleza creada, pero no las fuerzas cognoscitivas de la naturaleza racional, y
b)                             la sobrenaturalidad de los misterios estrictamente tales y la de la gracia y la gloria, que excede no sólo las fuerzas eficientes y las exigencias, sino también las fuerzas cognoscitivas y apetitivas de cualquier naturaleza intelectual creada.  Para explicar esta distinción, los teólogos establecen comúnmente la división de lo sobrenatural en quoad substantiam y quoad modum.
El sobrenatural quoad substantiam no designa lo sobrenatural substancial o existente como substancia, toda vez que puede ser ya substancial e increado (como la vida íntima de la Trinidad), ya accidental y creado  (como la gracia); sino únicamente el sobrenatural esencial o quoad essentiam, o sea lo que es intrínseca o entitativamente sobrenatural, y excede por lo mismo no sólo la causalidad de todas las fuerzas eficientes y las exigencias de cualquier naturaleza, sino incluso la esencia de toda naturaleza creada o creable.  Porque se trata o de la naturaleza divina en sí misa o de una participación de la divina naturaleza precisamente en cuanto divina. Este sobrenatural quoad substantiam es a la vez sobrenatural quoad cognoscibilitatem, o sea que excede las fuerzas naturales cognoscitivas de cualquier naturaleza intelectual creada, porque <verum et ens convertuntur> luego el ser sobrenatural excede el orden de la verdad natural.

El sobrenatural solamente quoad modum es aquel que esencial y entitativamente es natural, pero que ha sido producido de un modo sobrenatural o ha sido ordenado de un modo sobrenatural al fin sobrenatural. Ejemplo de lo primero lo tenemos en el milagro de la resurrección de un muerto, en el que la vida natural se devuelve sobrenaturalmente a un cadáver. Ejemplo de lo segundo nos lo da el acto natural de una virtud adquirida cualquiera (v.gr., la templanza), ordenado por la caridad al premio de la vida eterna.
Es muy fácil reducir esta división de lo sobrenatural a la división por las cuatro causas, tal como suelen hacerla los teólogos[10]. Veamos cómo la expone Juan de Santo Tomás:

“Hay que advertir que la sobrenaturalidad puede convenirle a alguna cosa por un triple principio, a saber: por la causa eficiente, por la final y por la formal. Por otra parte de la causa material no puede convenirle, ya que la causa material es el mismo sujeto en el cual se reciben las formas sobrenaturales, y éste es la propia alma o sus potencias, que son entes naturales, aunque las reciban por razón de su potencial obediencial.
Por parte de la causa eficiente se llama sobrenatural a alguna cosa cuando se hace de un modo sobrenatural, ya sea sobrenatural la cosa hecha, ya natural; como la resurrección de un muerto o la iluminación de un ciego son sobrenaturales en cuanto al modo, aunque la cosa realizada sea natural, a saber, la vida del hombre o su potencia visiva. 
Por parte de la causa final se llama sobrenatural a lo que se ordena al fin sobrenatural por un agente extrínseco (ab extrinseco); como el acto de la virtud de la templanza, o de cualquier otra virtud adquirida, si se ordena por la caridad al mérito de la vida eterna, reciben en sí el modo sobrenatural de la ordenación a tal fin. De este mismo modo, la humanidad de Cristo tiene el modo sobrenatural de unión al Verbo, al que se ordena como a fin y término de la unión.
Por parte de la causa formal se llama sobrenatural a alguna cosa cuando, por  su propia razón formal especificativa, se refiere a un objeto sobrenatural; y solamente a ésta se la llama sobrenatural en cuanto a la substancia, esto es, en cuanto a la especie y a la naturaleza del acto, que se toma del objeto formal[11].

Reduciendo todas estas categorías de sobrenatural absoluto a un cuadro sinóptico que nos las muestre en sintética de conjunto, podríamos establecerlo, con el P. Garrigou-Lagrange[12] (Cf. Cuadro de Clasificvación en: “Teología de la Perfección Cristiana”, Antonio Royo Marín, B.A.C. Pág. 884; Décima Impresión).


2.     Noción de <preternatural>.—Los teólogos designan comúnmente con el nombre de <preternatural> al sobrenatural relativo, de que hemos hablado más arriba. Es aquel que está fuera del orden natural absoluto o simpliciter. O en otra forma todavía más clara: es aquel que excede y trasciende las fuerzas de alguna naturaleza creada, pero no las fuerzas de toda naturaleza  creada o creable, como el sobrenatural absoluto. El entender por simple intuición y sin discurso—que es algo natural en el ángel (naturaleza intelectual)--, sería preternatural en el hombre (naturaleza racional).

Lo preternatural dista infinitamente de lo sobrenatural quoad substantiam, puesto que se trata de algo pura y entitativamente natural en sí mismo, y no rebasa, por consiguiente, las fuerzas naturales de los ángeles o los demonios.  Y no debe confundirse tampoco con el sobrenatural  quoad modum, porque aunque lo sobrenatural quoad modum sea entitativamente natural—y en esto coincide con lo preternatural—rebasa, sin embargo, en el modo las fuerzas naturales, no sólo del hombre, sino de toda naturaleza creada  o creable, como hemos visto más arriba; y por eso el sobrenatural quoad modum constituye una subdivisión del sobrenatural absoluto (cf. El croquis del P. Garrigou-Lagrange). El sobrenatural quoad modum constituye un verdadero milagro (v.gr., la resurrección  de un  muerto: algo entitativamente natural, pero realizado de un modo sobrenatural, que rebasa y trasciende el poder natural de toda naturaleza creada o creable).  Lo preternatural en cambio, no constituye un milagro propiamente dicho, puesto que, además de ser entitativamente natural, no rebasa las fuerzas naturales de toda naturaleza creada o creable, sino sólo las de alguna naturaleza (v.gr., la del hombre, pero no la de los ángeles o los demonios). Es, pues, una especie de sobrenatural puramente relativo (con relación a las naturalezas inferiores) distinto completamente del sobrenatural absoluto, ya sea quoad substantiam, ya quoad modum.

Es preciso tener en cuenta esta noción de <preternatural> cuando tratemos de señalar las causas de los fenómenos místicos. Lo preternatural—con relación a los hombres—lo constituye lo que es propio y natural en los ángeles buenos o malos. No olvidemos que fuera de este mundo material que conocemos por lo sentidos existe otro mundo que se escapa en absoluto a esta clase de conocimiento. Ese otro mundo, compuesto de criaturas inteligentes buenas o malas, ángeles o demonios, está en comunicación real,  íntima o misteriosa con nosotros los habitantes de este mundo terrestre. Los habitantes de ese otro mundo están fuera de nuestro orden natural, en otra esfera distinta, en un plano completamente diferente. Es, con relación a nosotros, el mundo de lo preternatural. Por eso -y lo advertimos de una vez para siempre-llamaremos “preternaturales” (esto es, <extranaturales> con respecto a nosotros) a los fenómenos debidos a la intervención de los ángeles o de los demonios, y reservaremos el nombre de fenómenos  <naturales> para designar los hechos que se producen, según las leyes ordinarias de la naturaleza, entre los habitantes de este mundo, del que formamos parte nosotros[13][14]

(Continuará en el Capítulo I: “Las causas de los Fenómenos Extraordinarios”).


[1] Advertimos a los lectores que carezcan de formación filosófica y no busquen en nuestro estudio otra cosa que su edificación espiritual, que pueden prescindir en absoluto de estas nociones previas, que ofrecemos únicamente a los estudiosos.  Por eso conservamos en ellas la terminología escolástica y los textos latinos. Los expositores harán aclaraciones sobre cada Tema.

[2] De ente et essentia c.l.

[3] I-II,10,I.
[4] I,2,2 ad I
[5]Cf.II-II,175,I.

[6] S.Thom.,III Contra Gentes c.100.—Cf. I,105,6 ad I.
[7] S.Thom., In Phys. Aristot.lect.9 et 10
[8] Cf. I, 110,4.

[9] Cf. Dn.104-105 138 141 176-180 196 1001-1008 1021 1024 1034 1042 1061-62 1064 1069 10179 1384-1385 1388 1701
[10] Cf. SALMANNTICENSES, De gratia tr.14 d.3 dub.3 n-24; SUÁREZ, De gratia I.2 c-4; IOAN: A S. THOM., De gratia d.20 a.I  solv.arg.n-4
[11] IOAN A S.THOM., De gratia d.20 a.I arg.4
[12] Cf. De Revelatione t.I p.205.


16Cf. Méric, L’imagination et les prodigest t.2 p.277.
(1) Cf. Deut. 6,5; Mt 22,37; I 1º 4,16

LOS FENÓMENOS MÍSTICOS EXTRAORDINARIOS. INTRODUCCIÓN.

Instituto de Estudios Paranormales

CURSO DE CAPACITACIÓN PNEUMATOLÓGICA
Módulo I: Material Didáctico (Dones, Carismas y Vida Mística)

LOS FENÓMENOS MÍSTICOS EXTRAORDINARIOS

INTRODUCCIÓN.-Uno de los aspectos de la Mística que más interés ha despertado en todos los campos del saber, ha sido indudablemente el relativo a los fenómenos extraordinarios que suelen presentarse casi siempre en la vida de los grandes místicos experimentales. En torno a estos fenómenos  maravillosos ha aparecido en los últimos años una abundantísima literatura de muy diversa tendencia y orientación.

Los racionalistas han lanzado sus mejores máquinas de guerra contra este aspecto tan sorprendente de lo sobrenatural, y han tratado de abrir brecha en las explicaciones de los teólogos católicos negando el carácter sobrehumano de esos fenómenos portentosos y explicándolo todo por causas físico-psíquicas, con frecuencia patológicas y siempre puramente naturales.

Es, pues, de sumo interés y de palpitante actualidad examinar este problema a la luz de los grandes principios de la Teología católica tradicional y de los últimos hallazgos y descubrimientos de las ciencias experimentales modernas. He aquí lo que nos proponemos hacer, aunque sea a grandes rasgos, con el material de estudio y consulta con que cuenta el instituto.

En el siguiente Apartado, precisaremos las diferencias específicas de varios conceptos como: “sobrenatural”; “preternatural” y “natural”, ya que  nuestros títulos de presentación en este espacio del Blog http://institutofenomenosparanormales.blogspot.com no es la apropiada, pero se quizo hacer así dado el espíritu de conocimiento entre la mayoría de las personas que no están acostumbradas al manejo del lenguaje propio de estas materias.

Una vez hecha esta pertinente y muy necesaria aclaración terminológica, presentamos a continuación:

NUESTRO PLAN.- Es elemental en filosofía que solamente hemos alcanzado el conocimiento científico de una cosa cuando logramos señalar sus causas. No en vano se define la ciencia <cognitio certa per causas>[1].  Mientras no se sale del campo de lo particular y fenoménico, no hemos entrado todavía en el campo de la ciencia: <de singularibus non est scientia>, dicen todavía los filósofos. Es preciso remontarse  por la vía del análisis de lo particular a lo universal, de los efectos a las causas, de lo que es posterior a lo que es anterior <secundum  naturam> [2].

Ahora bien; los fenómenos extraordinarios de la Mística cuya investigación científica vamos a emprender, únicamente pueden ser atribuidos a alguna de estas tres causas: a una causa sobrenatural, o a una preternatural, o a una puramente natural[3]. Es imposible la producción de un fenómeno real o aparentemente místico que no pueda ser clasificado en alguno de estos apartados, puesto que ellos recogen en toda su universalidad el conjunto de todas las causas posibles. Si el fenómeno procede de Dios, pertenecerá al grupo de las causas sobrenaturales; si del demonio, al de las preternaturales, y si de la imaginación del paciente o de alguno de los agentes que constituyen el mundo físico exterior, al de las puramente naturales. No hay ni puede haber otro género de causas, ya que los ángeles buenos no son sino fieles mandatarios de Dios, y, por lo mismo, su acción no constituye una causalidad específicamente distinta de las que acabamos de señalar.

Es preciso, pues, como prenotando indispensable para nuestro estudio, señalar de antemano los caracteres de estos tres mundos: el divino, el diabólico y el humano. Pero antes consideramos oportuno recordar algunas nociones previas sobre los conceptos de “natural”, “sobrenatural” y “preternatural”. Con ello quedan perfiladas las líneas fundamentales de nuestro estudio, de acuerdo al siguiente esquema:



                                                                  Lo natural
Nociones previas………                Lo sobrenatural 
                                                                  Lo preternatural








                                                                   Dios    
CAPITULO I: Las causas….       La naturaleza
                                                                   El demonio






[1] GREDT, Elementa Philosophiae Aristotelico. Thomisticae t.1 n.223.
[2] FARGES, Philosophia Scholastica t.1 p.125 (60 ed.).
[3] Nos referimos ahora únicamente al orden de las causas eficientes.



lunes, 23 de mayo de 2011

LOS FENÓMENOS MÍSTICOS EXTRAORDINARIOS

INSTITUTO DEL “ESPÍRITU SANTO” (M. I. D. P.)
ESTUDIOS PENUMATOLÓGICOS,  PARANORMALES Y  MÍSTICOS.

LOS FENÓMENOS MÍSTICOS EXTRAORDINARIOS

Antecedentes y Objetivos.
En nuestros tiempos, la realidad nos muestra que existe un desconocimiento generalizado de éste ámbito de Conocimiento sobre las Manifestaciones vivas del Espíritu Santo; de los Fenómenos Paranormales y de la Mística, así como de otros campos afines a éstos ámbitos de la  vida sobrenatural, lo que auspicia la aparición de criterios equivocados en torno a estos campos y experiencias, que se reflejan en perjuicio del desarrollo de los fenómenos místicos extraordinarios, y en la vida misma de las personas que reciben dones y carismas que el Espíritu de Dios concede a las almas llamadas a cumplir la gran tarea de la “Edificación y Expansión del Reino de Dios” sobre la Tierra.

Incluso, la concesión Divina de estos dones y carismas entre almas de niños, adolescentes, jóvenes y aún en adultos, ha llegado a representarles un problema dentro de su entorno personal y familiar al desconocer la gran utilidad y misión espiritual a la que han sido llamados.

Por otra parte, el avance del modernismo, del racionalismo y del cientismo, han querido negar la maravillosa realidad del ámbito de lo sobrenatural, dado que escapa a la experiencia de lo tangible en parámetros científicos o de la experimentación metodológica de las ciencias humanas que no tienen aplicación ni cabida en la Ciencia Teológica o Estudio y Conocimiento de lo Divino y lo Sobrenatural (o Paranormal), pues escapa al entendimiento común y ordinario y muchas veces, aunque no siempre, a la percepción de los cinco sentidos y del razonamiento humano.

Dios supera todo conocimiento, Él es la Fuente misma de toda Sabiduría y de toda forma de “conocimiento”, de ahí que escape a las limitaciones del saber humano, pues es sólo un conocimiento finito, limitado, y muchas veces equívoco como lo ha mostrado la Historia.

Por otra parte, a veces se incurre en juzgar erróneamente la conducta mística de las almas a las que les es concedido hacer uso de estos dones divinos, y de las llamadas a experimentar la vida mística.

Como se aprecia desde el Antiguo Testamento, algunas almas (hombres y mujeres) fueron llamados a ser Profetas y Videntes, como se aprecia en los Libros de los profetas mayores y menores. Aún el Apóstol Juan escribe su Evangelio y el Apocalipsis bajo la inspiración del Espíritu Santo y vio los acontecimientos que ahora en este Siglo XXI estamos ya viviendo con los llamados “tiempos apocalípticos”.

En el seno de la propia Iglesia, existe un desconocimiento de la materia y se niega con injusta facilidad el origen de los Llamados, de los Avisos del Cielo, de las Profecías y de las Visiones.

Con la finalidad de ir superando estos grandes vacíos, estas ausencias en la vida de la Iglesia, la presencia de juicios erróneos, la incertidumbre y sufrimiento e incomprensión intrafamiliares y sociales innecesarias, este “Instituto de Estudios Paranormales” (a manera de tronco común) pone a su alcance este Espacio en su blogspot: http://institutofenomenosparanormales.blogspot.com para hacerle llegar distintos documentos que ayudarán a las personas, grupos de oración con presencia de Dones y Carismas, Comunidades de Fe, Comunidades Parroquiales, Sacerdotes, Religiosos e Investigadores en general, para disponer de Estudios Serios, Formales y Sistematizados en estos campos del ámbito de lo que está más allá del común denominador de la experiencia humana en la Tierra, o como suelen decirle, de los Fenómenos Paranormales.

Nuestra finalidad es coadyuvar en el entendimiento de esta misión, de dar a conocer la verdadera “vida mística”, de brindar elementos y pautas de discernimiento en la materia, incluso, para poder darse cuenta de cuándo se está en presencia de “un verdadero o de un falso profeta”, de “un verdadero o un falso Don o Carisma”, y de un “verdadero instrumento al servicio Divino” o de “un instrumento al servicio del mundo de las tinieblas y sus demonios, que imitan los falsos dones y carismas y que se valen de instrumentos humanos, confundidos y equivocados en su conducta e interés para hacer aparecer “falsas profecías, visiones y mensajes” como advierte San Juan de la Cruz, entre otros místicos y estudiosos de estas materias, pues ya estamos viviendo estos tiempos profetizados, en que ante las verdaderas profecías y visiones, dones y carismas, surgen los falsos instrumentos con sus falsos dones.

El aporte de la dirección espiritual por parte de personas o sacerdotes debidamente capacitados en la materia, nos ayudará a todos, a no permitirle al Infierno, a sus demonios y a sus servidores, hacernos caer en sus engaños, en sus trampas y falsificaciones, a preservar nuestra vida de gracia y pureza, de amor y humildad, mediante el conocimiento formal en estas materias; y gracias a una formación más sólida, doctrinal, teológica y con fundamento en las Sagradas Escrituras, para poder cumplir lo más fielmente posible nuestra tarea, como miembros y parte de la Iglesia de Cristo en estos tiempos del Siglo XXI.

El Instituto cuenta con la coparticipación y experiencia de distintas personas, con experiencia en lo profético, visionario, etc. que comparten su conocimiento y experiencia.

De esta suerte, podemos enlistar algunos de los frutos y utilidad que puede brindarnos el Instituto:

1)    Ayudar a comprender lo que es un “alma carismática o de vida mística”.
2)    Animar y preparar a quienes Dios ha elegido y dotado de ciertos “dones y carismas”.
3)    Evitar mutuas e injustificables descalificaciones, aún entre las propias almas dóciles.
4)    Facilitarle a las “entidades que practican y ejercen una vida de Fe” –Comunidades, Centros y Grupos de Oración, Movimientos laicales, Apostolados, etc.- el apoyo y las orientaciones que se requieran para que puedan comprender mejor la tarea de estas  almas que suscita el Espíritu Santo dentro de las mismas entidades, y erradicar las intromisiones espirituales malignas que confunden y tergiversan el sentido auténtico de la vida mísitica.
5)    Poder distinguir entre los verdaderos y los falsos profetas.
6)    Superar el ambiente de desconocimiento en materia de la Vida Mística.
7)    Estimular a los fieles a seguir el camino de una vida de Gracia y de Amor.
8)    Fortalecer a la Iglesia ayudando al avivamiento de la viva presencia del Espíritu Santo que derrama Sus Lenguas de Fuego como preparación para la Venida y Recepción del “Segundo Pentecostés”.

I.                 Servicios Pedagógicos.

El Instituto imparte Cursos de Capacitación en las diferentes áreas de los estudios propios de sus ámbitos de Conocimiento, Estudio e Investigación, ofreciendo sus servicios de la siguiente manera:

a)    Impartiendo Cursos Específicos de manera particular, grupal e institucional.
b)    La Temática se aplicará de acuerdo al área de estudio,
c)     Se realizarán Talleres Especiales.
d)    Conferencias y Simposiums.
e)    Cursos Vía Correo: Internet, Servicio Postal, etc.

Informes en los E-mails: Sr. Armando Graneros, Coordinador General
instituto.pneumatologico.m.i.d.p@gmail.com